Un dia cualquiera...
Las brumas matinales han acariciado levemente mi estructura molecular. El hastío me ha abierto los ojos y el agua, limpiado mis legañas. No muy lejos, me espera alguien fiel a mis principios, acostumbrado a oirme bostezar en silencio y escuchar como fluyen mis argumentos queriendo ordenar lo poco que tengo que hacer hoy. Se deja absorver en varios tragos cortos, se deja saborear, se deja saber, simplemente se deja. No cuento con nadie para ya, ni para más tarde, asique me columpiaré en las horas hasta que me canse del balanceo y decida luego recostarme sobre ellas, esperando que el mañana atuse una vez más mis cabellos despeinados por las vueltas que dan mis sueños.
Estoy mucho mejor de lo mío, me siento con más movilidad. Después del dolor de la cura (es peor el remedio que la enfermedad y peor la cura que la intervención) he notado por la tarde, una inmediata mejoría. Se lo debo a mi enfermera particular, sin ella sería víctima de la infección, del seroma reseco en forma de costra adhiriéndose a mi renovado tejido y de todas esas secreciones que genera una herida abierta. Por eso aguanto estoicamente las curas, porque sé que la zona se tiene que quedar como una patena para que se regenere cuanto antes. Su paciencia también tiene cabida y su empatía y su delicadeza. No me imagino en manos de una enfermera que cobre por horas o que tenga 5 minutos por cura gracias a la saturación el centro de salud y obedeciendo órdenes internas y a la que mi culo, le importe tanto como una mortadela de aceitunas, lista para ser cortada en finas rodajas , sin importar el dolor ni el grado de oxidación de la cuchilla. Menos mal que estoy en buenas manos...
8 comentarios
¬¬ -
Juan -
Vir -
Bussy Man -
Mamiro -
Mamiro -
Vir -
Mamiro -