Yesterday
Comenzaremos por el principio, despacito y con buena letra. Intentaré redactar un sucinto relato para que no se me acuse de producir somnolencia (para eso ya están los programas de Sánchez Dragó).Mis faltas ortográficas (habituales seguro, pero hoy quizá en mayor medida) o incongruencias varias deberán ser excusadas debido al estado en que se halla mi neurona crisi (la echábais de menos eh?) trás la noche de ayer. No, no es que haya sido el fiestorro del siglo, pero el exceso de vida social la aturde hasta límites insospechados y el trasnoche bañado en cubalitros no acompaña al mantenimiento de su infraestrúctura medular. (vaaaale, no me he emborrachado, tan solo me he hidratado cuando tenía sed y en cantidades moderadas que dejaron a mi organismo indiferente por ser tan tolerante y mira que le digo que se abra más a las sustancias que ingiero, pero no hay forma de que le afecten ese tipo de visitas esperadas a menos que su número sea considerado más que multitud).
La cena ha estado chapó, en cuanto a local, comida y risas de las 14 que sumabamos(sobre todo cuando la novia se atavió con todo lo que le compramos o cuando le hicimos comerse el miembro de gominola de su futuro, presente en cuerpo desnudo sobre la lámina de oblea de la tarta). Bueno, yo me sentí un pelín desplazada porque estaba en un sitio dificil. Me tocó justo en la mitad de la mesa, demasiado lejos para mantener conversaciones con mis amigas de la izquierda, demasiado cerca del grupo que no conocía de nada y enfrente de la Sra. suegra y su hermana (las dos autoinvitadas senior del banquete). La noche continuó en el Twenty (el Moto Zona estaba cerrando, que sino... hubiésemos ido a degustar unos super 2). Tuve que beberme la copa a la que me invitó Rubén (un colegui que siempre me invita cuando me ve) a mil por hora porque la suegra&cia se agobiaban allí (pos menos mal que no las llevamos al "Chicago"). Rematamos en el "Golden minen´s". Un local que consiguió levantar cabeza trás haberse convertido en un criadero de malotes. Ahora el ambiente es más acorde con intervalos de edad respetables y soportables.
Siempre conoces gente al salir (a veces hay que usar términos que algunos no se merecen, pero en este caso, topamos con personas más o menos hechas) y en su totalidad del género macho masculino obviamente. Recuerdo las caras de algunos cuando nos subimos todas a bailar a la tarima, eran rostros encendidos por los centilitros de alcohol que pululaban por sus venas, reflejando admiración entremezclada con lascivia y una pizca de incredulidad (alguno parecía que no había visto tanta hembra en toda su vida). Hay mucho falto de cariño por ahí suelto. La nota pintoresca la puso un chico de aspecto desaliñado pero de fragancia muy agradable, que se sumó a nuestro grupo deleitándonos con constantes y gratuitos movimientos pélvicos. Tenía una forma bastante extraña de hablar y su mirada se perdía en ocasiones por el campo magnético de otras galaxias, todo un personaje que nos instruyó de forma teórica a la más "mudita" y a mí sobre 3 tipos de besos: el de la mariposa, el del conejito (según él provoca mucha risa) y el del caracol. Ella se negaba a ser cobaya de tales prácticas yo el 1º lo conocía (beso de ojo a ojo con las pestañas), el del caracol supuse que iría con babas (es un lenguetazo según demostró cuando el aire se dejó besar) y el del conejito... ni idea, ahí me entró la curiosidad pero pronto la sacié porque la que tanto se resistía cayó en la tentación. Vamos a tener que solicitarle comentario para que nos describa la experiencia.
Terminamos la velada desayunando, por mí hubiese seguido bailando pero la mayoría votó por la retirada a tiempo. Era demasiado pronto para volver a casa. Me daban las 7 cuando acosé el lecho con elevado cansancio...
2 comentarios
Vir -
hustler on line -
The new cronica esta al caer.