Día ploff
Los pajaritos no cantan, las nubes no se levantan... y mi inspiración ha salido de copas con la de un amigo y aun no ha regresado a casa. Estoy preocupada por ella, iba así tan escotada y con esas medias de rejilla ancha... quien sabe si la hayan secuestrado o violado algún depravado que guste de abusar de la inocencia de las inspiraciones adolescentes. También puede que esté tirada en alguna esquina durmiendo la mona, siempre ha sido muy de salir hasta las tantas. Quizá esté tomándose un café mientras trata de luchar contra su resaca-paliza. Porque hay varios tipos de resaca (la resaca-martillo, la resaca-paliza, la resaca-amnésica...) Normalmente se da una combinación de ambas modalidades, pero ella es más de sentir como que la han apaleado con saña, laméntandose de moratones y cardenales invisibles por todo su ser, pero nada que no resuelva otra cerveza.
Hoy me he levantado sin ansias de nada pero con ganas de todo. Es un día ploff que hace choff, un día sobre el que hacer equilibrios para no caerse en el sofá abducido por la pereza y dejarse arrastrar por la modorra. Esperaré que me llegue mi certificado de gallego, para poder presentar mi solicitud al concurso de traslados de la Xunta. Ese al que no puedo acceder por no tener la antigüedad mínima exigida. De todos modos, si el plazo me lo permite, participaré en ese intento por huir de la administración del Estado y así poder meter la patita en la autonómica. No es que me trate mal el Ministerio de Administraciones Públicas, pero como en casita... en ningún lado!! También me he hecho el propósito de terminar la carta de mi amiga la asturiana, se la debo desde hace meses. Cuando me decida a terminarla ya habrá dado a luz!! No tengo muchos más planes para este lunes (día que distingo del domingo porque en mi casa hay menos habitantes) a parte de ver mi capítulo diario de Bea la Fea y enfrascarme en la odisea de P. Miralles por rescatar a su Estupendo Hermano. Me gusta como escribe Tusset.
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Juan -